
La creación de Dainichi Mikoshi trajo la luz a Enkanomiya, pero también proyectó una larga sombra sobre el Reino de las Profundidades, pues el conflicto con los dragones de las profundidades dejó de ser un problema tan grave, haciendo que los humanos se volvieran unos contra otros.
Reinado de los Faetones
Aparte de otorgar al edificio un aura casi mística, instauraron una nueva forma de gobierno: el régimen de los Hijos del Sol. Esta figura, también llamada Faetón, cumplía el papel de gobernante, mas su función era más simbólica en la práctica.
El Faetón era siempre un niño rodeado por un concilio de nobles que lo manipulaban cual marioneta y quienes eran los verdaderos dirigentes del Reino de Byakuya.



En la mitología griega, Helios tenía un hijo llamado Faetón, por lo que podemos deducir que los nobles indicaban que los faetones eran los hijos pertenecientes al Dainichi Mikoshi.

Todas las leyes decretos y decisiones políticas que se llevaban a cabo constaban como promulgadas por el Faetón, conque el resentimiento que fue propagándose entre los habitantes del reino recayendo sobre el niño gobernante.
Sabemos que el primer Hijo del Sol que reinó en Byakuya fue Rikoru, quien soñaba con construir una obra arquitectónica aún más grande y prestigiosa que el Dainichi Mikoshi. Su diálogo nos hace entender lo controlado que estaba por los adultos.
Acerca del resto de Hijos del Sol, no sabemos concretamente en qué orden reinaron, pero sí sabemos que fueron siete y que los dos últimos en reinar fueron Pirámumon y Oropeusu, gracias a lo que nos cuenta Clímene, la encargada de atender sus necesidades básicas.


Cada ciertos años se elegía un recién nacido para que cumpliese este papel, siendo trasladado al Dainichi Mikoshi y viviendo rodeado de los otros nobles y sus sirvientes.
Al alcanzar cierta edad, participaba en un ritual especial de «veneración». Este ritual se llevaba a cabo en las profundidades del edificio y queda implicado en os diálogos que en realidad el Faetón eran incinerados, expuestos a las altas temperaturas del sol artifical.

Sacrificio de los Faetones
Estos falsos gobernantes nunca tuvieron la oportunidad de crecer lo suficiente como para empezar a pensar por sí mismos y desafiar la autoridad de los nobles que los manipulaban.
Tras ser asesinados, sus restos fueron enterrados en siete tumbas esparcidas por todo el terreno. Se puede interactuar con todas las Sombras de Tokoyo de los siete faetones.

Rebelión hacia el sistema de Hijos del Sol

Tras una época de precariedad, leyes abusivas y robos hacia las clases más bajas, surgió una rebelión dirigida por Espartaco, que se oponía directamente a la figura del hijo del Sol y su forma de gobierno.
Nunca perdió la esperanza de que la rebelión tuviese éxito incluso después de su captura. La realidad, sin embargo, fue muy diferente.


La sombra de su compañero Adonis cuenta que la revuelta terminó fracasando también a causa de que el ejército rebelde se sustentaba vendiendo condensado dragohueso, una sustancia extraída de las flores Dragohueso, que podía ser utilizada como calmante o como una droga relativamente potente, haciendo olvidar al consumidor sus preocupaciones.

Al final, los soldados del Ejército Rebelde, desorganizados y acorralados, sucumbieron al condensado dragohueso para aliviar su sufrimiento.
Adonis se preguntaba incluso si esta fue una estrategia de los nobles para sembrar la división entre los rebeldes y minar su moral, volverlos adictos e incapacitarlos para luchar.
Fin del Régimen de los Hijos del Sol
Un tiempo indeterminado después, un niño buceó más allá de los tres rincones del territorio de las profundidades, donde encontró una enorme serpiente alojada dentro de una cueva.
Pese a ser la primera vez que veía a tal criatura, al niño lo invadió una sensación de cercanía y sintió la necesidad de pedirle que gobernase sobre el Reino de Byakuya.

Esta serpiente se llamaba Orobashi — también conocido como Watatsumi — y, en efecto, se convirtió en el nuevo dios del Reino de Byakuya, iniciando así una nueva era…